Chile todavía está en proceso de enterrar la Carta Magna, escrita durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), y redactar una nueva constitución. Durante los últimos meses, un grupo de expertos y miembros del Consejo Constitucional han trabajado para presentar una propuesta final, que se presentará a la votación de salida del 17 de diciembre.
Esta segunda iniciativa constitucional, que comenzó después de que los chilenos rechazaran por un 62% el plan propuesto por la extinta convención constitucional en 2022, ha avanzado en medio de incertidumbre y desventaja en el referéndum, que tiene preferencia principalmente contra una mayoría en las adhesiones. La falta de consenso dentro del sistema constitucional de extrema derecha dominado por los republicanos ha complicado un debate que parece generar poco interés entre los ciudadanos preocupados por cuestiones como la crisis económica y de seguridad del país. País sudamericano.
Pese al panorama negativo, los integrantes de los comités redactores continuarán su trabajo hasta los primeros días de noviembre, cuando deberán pronunciar un discurso unificado ante los chilenos. Decisión: A favor o en contra de la propuesta.
Debates entre expertos y consultores
La redacción de la nueva propuesta constitucional ha sido llevada a cabo por dos órganos con competencias diferentes. Primero, una comisión de expertos compuesta por 24 profesionales (en su mayoría jueces) elegidos por los partidos políticos. El segundo organismo es el Consejo Constitucional, una asamblea de 50 miembros elegida por voto directo durante las elecciones del 7 de mayo.
Los expertos elaboraron un borrador inicial con una serie de acuerdos, que fueron modificados a su paso por el consejo. El 7 de octubre el texto volvió a manos de la comisión, que regresó cinco días después con recomendaciones.
Votos finales
A partir de la semana del 15 de octubre, el Consejo Constitucional comenzó a votar todos los artículos observados por los expertos. Cada enmienda debe ser aprobada por una mayoría de tres quintos, es decir, 30 votos. Las recomendaciones podrán ser rechazadas por una mayoría de dos tercios equivalente a 33 votos. Las rechazadas son remitidas a una comisión mixta de expertos y asesores, que debe votar todas las propuestas con el voto favorable de las tres quintas partes de sus miembros. Los artículos rechazados se eliminan permanentemente del documento final.
A continuación, el documento completo será analizado nuevamente ante el Consejo. Se votará todo el texto de una vez.
Distribución de texto
Después de la votación de todos los artículos del Consejo Constitucional, el presidente Gabriel Boric será informado del resultado del proceso de redacción. El acto oficial de presentación del documento al presidente y a la ciudadanía debería realizarse antes del 7 de noviembre, que es el plazo máximo estimado para el desarrollo del debate constitucional.
Campañas de información
Una vez aprobada la iniciativa constitucional se iniciará una campaña de información. Ese trabajo -al igual que el proceso anterior- estará en manos de la Secretaría de Gobierno, encabezada por la portavoz Camila Vallejo. Luego viene la campaña electoral, que llevan a cabo partidos políticos y organizaciones sociales que se inclinan a favor o en contra del texto. Esta última fase estará a cargo del Servicio Electoral (SERVEL).
Salir de la encuesta
Se han convocado elecciones para el 17 de diciembre para sellar el proceso constitucional en curso. Una opción favorable entre ellas será la controvertida, donde se dará luz verde al proyecto; Y la alternativa, rechazar el documento, mantiene la Carta Magna creada en 1980 y reformada más de 60 veces durante la transición democrática. Votar es obligatorio, por lo que todos los ciudadanos autorizados a votar deben hacerlo, ya que no votar se castiga con multas e incluso prisión si no se pagan las multas. El voto en el extranjero es opcional.
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