Los incendios forestales en el centro de Chile han matado a más de 100 personas, han dejado a muchas otras desaparecidas y han destruido miles de hogares.
El incendio comenzó el viernes en el extremo montañoso oriental de Viña del Mar, un balneario conocido por su festival que atrae a lo mejor de la música latina.
Las autoridades han sugerido que algunos de los incendios forestales alrededor de la ciudad pueden haber sido iniciados deliberadamente. Pero el clima seco, los fuertes vientos y la baja humedad ayudaron a que el fuego se propagara rápidamente, dijo el presidente Gabriel Boric.
El incendio se produjo en medio de una ola de calor que elevó las temperaturas en la capital, Santiago, a alrededor de 37 grados Celsius (casi 100 grados Fahrenheit). El calor intenso quema la humedad de la madera, convirtiéndola en un mejor combustible.
Voluntarios en el centro de Chile pasaron días limpiando metales carbonizados, vidrios rotos y otros escombros de vecindarios devastados por el fuego.
Los residentes regresaron a sus hogares el lunes en busca de escombros. Muchos han dicho que prefieren dormir cerca de sus casas para evitar que los saqueadores se apoderen de lo que queda de sus posesiones o reclamen el terreno en el que están construidas sus casas.
Según los funcionarios, que fueron interrogados sobre fallos en el sistema de alerta de evacuación, el incendio fue contenido, pero no completamente.
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